Hace ya algunos años, estamos entrando en una generación de
seres más espirituales, con mayor pasión por la vida y el amor.
Estos sujetos llegan al mundo con una mirada más espiritual;
con el afán de conciliar, integrar y modificar. Es por esto, que debemos estar
atentos a ellos y prestarles verdadera atención.
Pero estos jóvenes, no son los únicos que llegaron para
cambiar los hábitos de nuestro Planeta. Ellos vienen detrás de otra clase
llamada Los Índigos, con otros modos que los Cristal, pero con el mismo fin. 
La clase Índigo se identifica más con lo físico, lo fuerte y
lo instintivo. Su función es abrir
caminos para que luego sean trabajados por los niños Cristal.
Los índigos, a diferencia de los Cristal, son más fuertes
tanto física como mentalmente. Los llama la confrontación, pero no cualquier
confrontación, sino aquella que muestre el camino de la verdad.
Son denominados “Quebrantadores de Sistemas”, ya que, de eso se trata su tarea
principal, la de romper con la mentira y mostrar la realidad.
Los Cristal llegaron después de los Índigos a este mundo
porque están preparados para eso. Se necesitaba de los primeros para romper con
lo sistemático para que luego lleguen los segundos a mostrar paz, amor y alegría.
Es por ello que cuentan con grandes diferencias. Los Índigos,
son menos tolerantes e impacientes, a desemejanza de los Cristal, los cuales se
caracterizan por ser muy tranquilos, les agrada escuchar y aconsejar, buscan ser
líderes desde el ejemplo. Otra gran desigualdad que tienen es que las personas
Índigo actúan sin temor, con seguridad y gran energía. Los Cristal, al
contrario, utilizan más la Psiquis, por lo cual pueden resultar más
introvertidos y sensibles.
Los Índigos ya dejaron de ser niños, pero antes dejaron su
huella, una huella con rastros más alborotados y desprolijos, pero con barreras
destrabadas y un camino limpio. 
Ahora es momento de escuchar, ver y aprender de la nueva Era que se viene, La Era de Cristal, que hace algunos años llegó para revolucionar el Mundo. 
No suelen hablar mucho de pequeños, ya que no necesitan de
palabras para mostrar la verdad, porque hablan con su mirada, la cual es
intensa y fija. Por este motivo, es que necesitan que sus allegados los observen
y traten de comprender. 
Son seres celestiales que nos quieren mostrar que todos
debemos ser así, porque los aterroriza la violencia, adoran la paz e irradian
amor. Son el presente que puede llegar a modificar el futuro, un futuro con menos
oscuridad y mayor luz. 
Julián Ramírez

