lunes, 29 de junio de 2015

Dos generaciones para una revolución de Cristal

Hace ya algunos años, estamos entrando en una generación de seres más espirituales, con mayor pasión por la vida y el amor.

Cuando hablamos de esta generación, hablamos de los niños Cristal, personas que se identifican con la pacificación y la tranquilidad junto con un gran manejo de la mente.

Estos sujetos llegan al mundo con una mirada más espiritual; con el afán de conciliar, integrar y modificar. Es por esto, que debemos estar atentos a ellos y prestarles verdadera atención.

Pero estos jóvenes, no son los únicos que llegaron para cambiar los hábitos de nuestro Planeta. Ellos vienen detrás de otra clase llamada Los Índigos, con otros modos que los Cristal, pero con el mismo fin.

La clase Índigo se identifica más con lo físico, lo fuerte y lo instintivo. Su función es abrir caminos para que luego sean trabajados por los niños Cristal.

Los índigos, a diferencia de los Cristal, son más fuertes tanto física como mentalmente. Los llama la confrontación, pero no cualquier confrontación, sino aquella que muestre el camino de la verdad.
Son denominados “Quebrantadores de Sistemas”, ya que, de eso se trata su tarea principal, la de romper con la mentira y mostrar la realidad.

Los Cristal llegaron después de los Índigos a este mundo porque están preparados para eso. Se necesitaba de los primeros para romper con lo sistemático para que luego lleguen los segundos a mostrar paz, amor y alegría.

Es por ello que cuentan con grandes diferencias. Los Índigos, son menos tolerantes e impacientes, a desemejanza de los Cristal, los cuales se caracterizan por ser muy tranquilos, les agrada escuchar y aconsejar, buscan ser líderes desde el ejemplo. Otra gran desigualdad que tienen es que las personas Índigo actúan sin temor, con seguridad y gran energía. Los Cristal, al contrario, utilizan más la Psiquis, por lo cual pueden resultar más introvertidos y sensibles.

Los Índigos ya dejaron de ser niños, pero antes dejaron su huella, una huella con rastros más alborotados y desprolijos, pero con barreras destrabadas y un camino limpio.

Ahora es momento de escuchar, ver y aprender de la nueva Era que se viene, La Era de Cristal, que hace algunos años llegó para revolucionar el Mundo.

No suelen hablar mucho de pequeños, ya que no necesitan de palabras para mostrar la verdad, porque hablan con su mirada, la cual es intensa y fija. Por este motivo, es que necesitan que sus allegados los observen y traten de comprender.

Son seres celestiales que nos quieren mostrar que todos debemos ser así, porque los aterroriza la violencia, adoran la paz e irradian amor. Son el presente que puede llegar a modificar el futuro, un futuro con menos oscuridad y mayor luz.


Julián Ramírez


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