Cuantas sonrisas engañadas, creyendo en lo que está mal. Cuanta certeza aislada, tomada como demencia en un hospital.
Cuanto veneno dispersado, destruyendo la naturalidad. Cuantas victimas de este encierro, alejados de su libertad.
Donde el negocio son los enfermos y la cura es la enfermedad.
Donde lo material cobra vida y se asesina a lo real.
Hasta con papeles de colores, quieren manejarnos la felicidad. Pretenden hacernos creer, que de eso depende nuestro bienestar.
Abramos los ojos y miremos, no es difícil de identificar. A las cosas camufladas, saquémosle el disfraz.
Descubramos que depende de nosotros mismos, el poder ver más allá.
Nuestras ideas tildadas de locas, de a poco, coherentes empezarán a sonar.
En un Mundo donde la verdad es una gran mentira, y la locura es la mayor verdad.
Julián Ramírez

 
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