viernes, 28 de agosto de 2015

No debemos aprender desde el temor

Desde que llegamos a esta Vida nos llenan de miedos. Nos hacen creer que debemos ser mejores que el resto, que nuestro enemigo nos debe temer. Diferencias y más diferencias, que generan odio constante, y nos llevan a la destrucción de nuestro hermoso Mundo sin que nos demos cuenta.

Cuando nos educan en una institución, nos obligan continuamente; si no cumplimos con el deber seremos castigados, seremos menos que el resto.
Yo me pregunto, ¿Cuál es el deber? ¿Realizar todas las tareas que nos indican y pasar toda nuestra niñez encerrados, en vez de jugar y sonreirle a la Vida? Que mal concepto que tenemos de la libertad.

Nos educan mal, nos convertimos en personas que solucionan problemas ajenos porque le tememos a la represalias, en vez de preocuparnos por nosotros mismos.

De esta manera, nuestro ser desaparece, y si no encontramos nuestro propio ser, difícilmente podamos desterrar el miedo. Le tememos a los nuevos desafíos, nos horroriza no encajar en la sociedad, hasta tenemos miedo de salir a la calle, de correr, jugar y divertirnos.

Cambiemos… Empecemos a valorarnos, tomemos un instante de cada día para vernos por dentro y olvidar todo el resto. Sin darnos cuenta, empezaremos a mirar todo con otra perspectiva.

Todos somos lo mismo, nadie tiene que decirte que debes hacer. Tenemos un poder inmenso dentro de nosotros, el cual, ni el mayor de los miedos puede superarlo.

Todos formamos una existencia única e infinita, la cual está en un constante movimiento.

Disfrutemos de eso, vivamos nuestra propia Vida. Solamente así, desterraremos todos nuestros miedos y apreciaremos cada instante de este paraíso hermoso que es vivir.

Julián Ramírez

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