Desde que llegamos a esta Vida nos llenan de miedos. Nos
hacen creer que debemos ser mejores que el resto, que nuestro enemigo nos debe
temer. Diferencias y más diferencias, que generan odio constante, y nos llevan a
la destrucción de nuestro hermoso Mundo sin que nos demos cuenta.
Cuando nos educan en una institución, nos obligan
continuamente; si no cumplimos con el deber seremos castigados, seremos menos
que el resto.
Yo me pregunto, ¿Cuál es el deber? ¿Realizar todas las
tareas que nos indican y pasar toda nuestra niñez encerrados, en vez de jugar y
sonreirle a la Vida ?
Que mal concepto que tenemos de la libertad.
 Nos educan mal, nos convertimos en personas que solucionan
problemas ajenos porque le tememos a la represalias, en vez de preocuparnos por nosotros mismos.
Nos educan mal, nos convertimos en personas que solucionan
problemas ajenos porque le tememos a la represalias, en vez de preocuparnos por nosotros mismos.
De esta manera, nuestro ser desaparece, y si no encontramos
nuestro propio ser, difícilmente podamos desterrar el miedo. Le tememos a los
nuevos desafíos, nos horroriza no encajar en la sociedad , hasta tenemos
miedo de salir a la calle, de correr, jugar y divertirnos.
Cambiemos… Empecemos a valorarnos, tomemos un instante de
cada día para vernos por dentro y olvidar todo el resto. Sin darnos cuenta,
empezaremos a mirar todo con otra perspectiva.
Todos somos lo mismo, nadie tiene que decirte que debes
hacer. Tenemos un poder inmenso dentro de nosotros, el cual, ni el mayor de los
miedos puede superarlo.
Todos formamos una existencia única e infinita, la cual está
en un constante movimiento. 
Julián Ramírez
 
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